Aprender historia suele no ser lo más agradable y recordado, tal vez por la cantidad de información o por la falta de conexión con hechos que no tienen mucho que ver con el presente inmediato. Con estas premisas, los profesores debemos lograr que los objetivos de aprendizaje se anclen en los cerebros de nuestros alumnos.
Buscando estrategias para hacer de la historia algo más cercano y ameno, los alumnos del Tercer Añó Básico “b”, junto a su profesora Verena Bielefeldt , han querido vivir la experiencia de sentir y vivir como griegos antiguos, para lo cual degustaron alimentos típicos, se vistieron como ellos, crearon ostracones de arcilla, investigaron sobre aspectos de la vida cotidiana y personajes importantes , para crear un circuito teatral que transportó al público a aquellos tiempos y les proporcionó una infinidad de información que no se encuentra en los textos de estudio de estos niveles. Sin embargo, con mucho ensayo y personalidad este curso ha sabido compartir lo aprendido con niños de diferentes ciclos y adultos, demostrando tener un gran dominio de los contenidos y un buen desarrollo de las habilidades blandas, tan necesarias en esta época.
El resultado final fue más que satisfactorio y una forma de demostrar que aprender haciendo y jugando es posible, que la neurociencia hay que vivirla y que no puede quedar solo en la teoría, porque realmente tiene sentido, sobre todo cuando se puede observar la motivación, dedicación y energía con que los alumnos se comprometen con su proceso educativo.

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