La experiencia comenzó con una visita guiada a los distintos animales de la granja, donde los niños tuvieron la oportunidad de interactuar, tocar y hacer preguntas. Luego, disfrutaron de un picnic organizado por las mamás del curso, donde compartieron momentos juntos.
La segunda parte de la jornada incluyó un trekking guiado, en el que los estudiantes pudieron explorar la naturaleza, visitar huertas orgánicas, observar animales silvestres y recorrer el bosque esclerófilo. Uno de los momentos más emocionantes fue cruzar un puente semi colgante y subir a un mirador en un árbol.
Para cerrar este día especial, los niños disfrutaron de paseos a caballo y tuvieron la suerte de presenciar el nacimiento de un potrillo. Fue una experiencia inolvidable y llena de aprendizajes para todos.

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