En todos mis años de servicio como profesora de aula, he tenido el privilegio de hacerles clases a muchos niños con cualidades extraordinarias. No son precisamente los con mejores calificaciones, no. Son niños PRO.
Pro, un término ocupado comúnmente para abreviar la palabra PROACTIVO, o para determinar que algo es PROFESIONAL. Como sea, el término abarca características positivas y valiosas.
Como les contaba, esos estudiantes se destacaban o destacan por tener una actitud diferente. Por querer ser un aporte, por su disposición y voluntad.
Recuerdo con mucho entusiasmo su entusiasmo.
Esto me llevó a hacer un análisis de ellos para encontrar características en común y poder determinar el perfil de un niño PRO. Tal vez así podamos replicar la fórmula para “producir” más personas con esas cualidades, porque hacen mucha falta en esta sociedad.
Un niño PRO, es aquél que acepta sin malas caras un desafío, que se anticipa a los posibles problemas y te sugiere una solución, que es conciliador al momento de un conflicto, que ve el lado amable de las cosas, que asume su responsabilidad con orgullo, que toma conciencia ante una llamada de atención, que borra la pizarra sin que se lo tengas que pedir, que ayuda a poner la mesa en una convivencia, que participa activamente en clases, no se mete en problemas, que cuando todos se van, se queda a ordenar, a barrer. Estos alumnos son cordiales, gentiles, respetuosos y empáticos.
Ser PRO en realidad es una bendición. Esos niños son los aliados más leales, pues siempre tienen un comentario objetivo que hacer. Son tus testigos fieles y la más sincera retroalimentación y sin embargo, no son necesariamente “pateros”.
Los niños PRO son los futuros líderes de la sociedad, pero ojo: sólo si los seguimos potenciando a lo largo de todos sus estudios, porque un niño PRO tiene la intención de ser aporte y actúa por instinto, pero siempre debe estar guiado por un adulto que lo motive, que lo ordene, que lo regule.
Esta “especie en peligro” debe ser protegida y cuidada por la sociedad, pues pueden ser devorados muchas veces por aquellos alumnos que no entienden la intención del niño, que va más allá de agradarle al profesor.
Estos niños corren el riesgo de ser el blanco de burlas, de ser malinterpretados por compañeros que ven esa proactividad como una amenaza. Por esa razón, el profesor juega un rol fundamental para potenciar la autoestima, sin que caiga en la pedantería.
La humildad es una característica esencial en los niños PRO. De otro modo, solo se trata de niños algo interesados y competitivos.
¡No hay que confundirse!
Ahora viene la pregunta:
¿Cómo podemos hacer que haya más niños PRO en la comunidad educativa?
Y he aquí algunas sugerencias:
1) Permitiendo la iniciativa
2) Haciéndolos trabajar en equipo
3) Fomentando la autonomía
4) Mostrándose como un profesor PRO
5) No cortarle las alas a quienes quieren intentar algo diferente
6) Permitiendo que colaboren en los asuntos del curso, en las tareas diarias
7) Delegando ciertas responsabilidades
8) Aceptando sus críticas y consejos
Como profesores tenemos la difícil tarea de descubrir estos especímenes y proteger su integridad así como darles la oportunidad de desarrollarse.
Se preguntarán si es posible “convertir” a niños comunes y corrientes en niños PRO.
Y la respuesta es…
¡Sí! ¡Claro! ¡¡¡Por supuesto!!!!
Todo niño tiene la capacidad y el derecho a desarrollarse para ser PRO. Un niño PRO nace, pero también se hace y esto último, por Dios que depende de los padres y profesores.
Todo niño puede ser proactivo si le enseñamos a ser proactivo. Si le mostramos con hechos qué es ser proactivo, si le reforzamos y felicitamos un gesto de proactividad. Por lo tanto, debemos estar atentos a estas señales, a estos pequeños gestos para captar a aquellos niños PRO por naturaleza o aquellos que tienen el potencial ahí esperando por el estímulo adecuado.
Vuelvo a mi autorreferencia:
Con mis cursos he podido demostrar esta teoría, porque he podido observar como niños que al principio no tenían esas características, a través de muchas experiencias, las han ido adquiriendo.
Claro está que un niño PRO por naturaleza es obra y gracia de la familia que lo educa y, en ese caso, nuestra labor es mantener esa proactividad ACTIVA, valga la redundancia.
Y por supuesto está demás mencionarlo (aunque lo haré de todas formas) un buen grupo de niños PRO hacen un curso PRO y algunos cursos PRO, generan una comunidad PRO y eso marca la diferencia a la hora de estructurar la sociedad.
Niños PRO serán en el futuro PERSONAS PRO y eso claramente es un remedio para los males de este mundo.
Como dicen tantos: LO IMPORTANTE ES LA ACTITUD Y EL PUNTO DE VISTA CON QUE SE VEN LAS COSAS.
Las personas PRO verán los problemas como desafíos u oportunidades, saldrán enriquecidos de cada crisis y buscarán ser felices con lo que esté al alcance en ese momento, por lo que disfrutarán más la vida y sabrán anticiparse a los nuevos tiempos.
excelente invitación, comparto plenamente todo lo relatado en este escrito. Motivemos a nuestros hijos a ser parte de una sociedad, mas activos, mas PRO en beneficio propio y de todos quienes vivimos en este mundo. Felicitaciones y muchas gracias.