En ocasiones la rutina o la cotidianeidad nos “ciega” o bien no nos permite levantar nuestras miradas para contemplar todo lo que hay a nuestro alrededor y así, día a día, terminamos centrando nuestras miradas y atención en lo más cercano y frecuente.
Y así pasan los días, los meses y los años y el paisaje se vuelve el “de siempre”, sin aparente novedad, sin valor ni belleza.
Sin embargo, para aquellos que se toman el tiempo de contemplar las cosas simples de la vida y que, afortunadamente siempre están ahí, descubren un mundo plagado de cosas bellas y, nuestro Colegio no esta exento de estas.
Prácticamente detrás, cerca o alrededor de cada una de las dependencias de nuestro querido Colegio Concepción Los Ángeles, existe un rincón, lugar o espacio donde la naturaleza se manifiesta en todo su simple pero bello esplendor.
Parece difícil de imaginar que dentro de nuestra ciudad pueda existir una institución educacional con tantos espacios y áreas verdes, que no solo acogen o abrazan a nuestros alumnos y alumnas y los sumergen en un ambiente sano y natural , sino que también los invitan a meditar y ver en las cosas simples de la vida, bellezas dignas de cuidar.
Con más de 5.000 metros cuadrados, con amplios jardines, enormes patios, hermosas áreas verdes, una cancha empastada, canales y grandes y añosos arboles, nuestro Colegio ofrece a todo el que lo visita, “rincones” que encierran colores, sonidos y movimientos que nos dicen que la “vida es bella”.
Por ello, invitamos a los alumnos y alumnas, padres y apoderados y comunidad educativa en general, ha ver, apreciar y valorar lo hermoso de nuestro entorno y cuidar lo que tenemos.

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