El día lunes 21 de agosto, se llevaron a cabo las actividades más importantes con que el departamento de Historia y Ciencias Sociales, cerró la denominada “Semana O’Higginiana».

Fue así como a las 11:30 horas, al aire libre, en un sector aledaño al salón auditorium y con una temperatura ambiente bastante baja, pero con un entusiasmo inusitado, los alumnos de terceros y cuartos medios del electivo de Historia, dirigidos por el profesor Sergio Saavedra Sepúlveda, dieron vida al denominado “Juicio Histórico a O’Higgins”, frente a todos sus compañeros del segundo ciclo básico y de toda la enseñanza media.

El trabajo consistió en la exposición de una obra teatral preparada con ribetes dramáticos y jocosos en la que se abordaba el cuestionamiento histórico que ha tenido, a través de los años, el Libertador acerca de su participación o responsabilidad en determinados actos o hechos de “oscura procedencia” que la Historia o más bien los historiadores le han atribuido, tales como el asesinato de Manuel Rodríguez, el fusilamiento de los hermanos Carrera, el destino del empréstito de Londres, entre otros.

La obra se desarrollaba con “abogados inquisidores o causadores” y “abogados defensores”. La trama intercalaba argumentos a favor o en contra de las acusaciones vertidas por estos abogados, todos ellos provenientes de distintas épocas de la historia ( siglo XVIII-XIX,XX y XXI) y con “miradas o apreciaciones distintas”. El intercambio de posturas contrapuestas era regulada por una “Jueza (protagonizada por Rocío Sanhueza), quien trataba que los protagonistas se atuvieran a las reglas del tribunal. En tanto, desde corta distancia, la diosa de la justicia (Catalina García), observaba y escuchaba impávida las exposiciones.

Finalmente don Bernardo hizo uso de la palabra para hacer con vehemencia sus descargos y esperó tranquilamente la decisión de la “Jueza”, quien secundada por la diosa de la justicia, emitió su veredicto: “Yo Bernardo, no te declaro ni culpable, ni inocente, pero entiendo que como buen mortal, pudiste haberte equivocado, sin embargo, estamos ciertos que la Historia debe valorar tu esfuerzo por hacer de esta Patria algo mejor. Por tanto, dejo a la conciencia de los presentes su propio dictamen, pero solo les pido que recuerden que los hombres se juzgan por sus obras y no por supuestos, que en ocasiones no resisten análisis. He dicho. Se cierra este juicio”.

La interacción entre los abogados, el acusado y la jueza, fue poco a poco captando el interés de los presentes que también terminaron abanderizándose con algunas de las posiciones, sin dejar de reírse cuando la situación, así planificada, lo contemplaba.

Los protagonistas de esta obra fueron:
Francisca Cárdenas: abogada acusadora del siglo XVIII.
María Javiera Urrutia: abogada defensora del siglo XXI.
Josefina Jordán: abogada acusadora del siglo XIX.
Mario Robert Vallejo: abogado defensor del siglo XX.
Diego Pérez: abogado acusador del siglo XX,
Javier Lavín: abogado defensor del siglo XX.
Gonzalo Muñoz: abogado defensor del siglo XIX.
Sebastián Erices: abocado acusador siglo XIX.
Rocío Sanhueza: la jueza.
Alejandro López: don Bernardo O’Higgins.

Finalmente es importante decir que este trabajo fue el fruto de la creación de cada uno de sus participantes, quienes redactaron sus propios libretos en base a los conocimientos adquiridos y a la muy especial labor creativa de Rocío Sanhueza, quien a la fecha se ha destacado por su originalidad y gran espíritu de colaboración en cada una de las actividades programadas por este electivo.

A todos ellos, nuestras felicitaciones.