Es tal vez uno de los instrumentos más complejos de tocar, sin embargo, Fredy, estudiante del cuarto año medio “B”, se luce haciéndolo, todo ello, por supuesto tras años de intensa práctica.

Su pasión por el acordeón se remonta prácticamente a su niñez, pues ya desde los tres años simulaba con su mochila tocar aquel instrumento hasta que sus padres le compraron una de juguete y donde, poco a poco, y debido a su habilidad e interés, pasó a tener una real y de gran calidad.

Hoy, y ya pasado varios años de aquel suceso, sigue soñando con perfeccionarse junto a un maestro o profesor especialista, de manera de hacer su sueño una realidad: viajar a México (cuna y cultura del acordeón) y tocarla profesionalmente.

“Estoy consciente que primero debo tener una profesión tal como me lo exigen mis padres y luego hacer de mi sueño una realidad, pero no le quepa duda profesor, que lo lograré. Lucharé por hacerlo y demostrarme a mí mismo y los demás que soy capaz y que además seré uno de los mejores”.

Bonito ejemplo de esfuerzo y perseverancia.

Te felicitamos Fredy. Que cumplas tus sueños.