Esta noble iniciativa fue creada por Pamela Díaz, nuestra dedicada alumna en práctica de Servicio Social de la Universidad Santo Tomás de Los Ángeles, quien, con sensibilidad y entusiasmo, impulsó a los estudiantes a expresar y transmitir sus experiencias de manera auténtica. La actividad contó con la guía y dirección de la Profesora Diferencial Valentina Benavente, quien, con su liderazgo, brindó un espacio seguro y reflexivo para que los jóvenes pudieran abrir sus corazones y construir un legado significativo.
Bajo el marco del Programa de Convivencia Escolar de nuestro establecimiento, este encuentro no solo permitió a los alumnos de cuarto medio compartir su trayectoria y consejos para la enseñanza media, sino también reafirmar el sentido de comunidad y la conexión entre generaciones estudiantiles. A través de mariposas que representan los cambios en los ciclos de la vida, los futuros egresados abrieron un puente de conexión, alentando a los más jóvenes a enfrentar con valentía, dedicación y solidaridad esta nueva etapa que los espera.
“Dejando Huellas” simboliza el deseo de quienes terminan un ciclo de ser recordados no solo por sus logros académicos, sino también por su contribución al crecimiento personal y colectivo de la comunidad estudiantil. Los alumnos de octavo básico, atentos y emocionados, recibieron esta experiencia como un valioso tesoro, una guía para enfrentar con optimismo y madurez los desafíos del futuro.
Así, este inspirador legado se convierte en un tributo al valor de compartir lo vivido y en un símbolo de la unión de generaciones que, a pesar de tomar caminos distintos, comparten una misma historia y valores que nos definen como colegio.
«Dejar una huella es más que un acto; es un legado de quienes, al partir, inspiran a quienes siguen, recordándoles que cada paso cuenta y cada historia tiene valor.»
Anónimo.

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