Allí enumeró y explicó los principios básicos que deben sustentar la vida en sociedad durante el presente milenio tales como la igualdad, fraternidad, el respeto a la diversidad y la tolerancia, pues sin ellos, la existencia entre los seres humanos se pone en grave riesgo social. Tras ello agregó que “debemos buscar los espacios para construir una sociedad mejor, donde los seres humanos seamos más amigos, más cercanos e intentar vivir en tolerancia, es decir aprender a aceptar al otro como otro legítimo “yo”. Agregó que para ello es imprescindible luchar por el establecimiento de una educación laica pues a su juicio, ésta permite al ser humano autodeterminarse, lograr su realización personal y construir un mundo sobre sus propias decisiones pero siempre socialmente responsable de ellas y sus normas. La idea es construir nuestras vidas en base a nuestras propias convicciones. Continuo sus palabras diciendo que “en este sentido un colegio laico solo debe entregar las “herramientas” y el conocimiento necesario, pero de ninguna manera pretender adoctrinar o establecer verdades predeterminadas ya que estas pueden conducir al error”. Según él, “es necesario abrir la mente de nuestros jóvenes al conocimiento, a la creatividad y a la reflexión para que cada uno de ellos busque y logre encontrar su propia felicidad, su propia autorrealización personal”.
De esta manera y a través de una conversación relajada y distendida, el Gran Maestro, supo captar la atención de todos los presentes y poco a poco fueron empapándose de la temática expuesta, participando activamente a través de preguntas que se fueron multiplicando a medida que avanzaba la exposición. Fue así como muchos alumnos y alumnas como Geraldine Rivera, Antonia Garrido, Iván San Martín, Rodolfo Roa, Irina Gayoso, Yasmín Campos, Rodrigo Cifuentes, Javiera Flores, Sebastián Contreras, entre tantos otros, hicieron diversas preguntas sobre los más variados temas vinculados a la educación laica, educación sexual, a la Masonería y su historia e inquietudes que afloraron espontáneamente y frente a las cuales el Gran Maestro, señor Sebastián Jans Pérez contestó entusiasta y amablemente.
Terminada esta actividad, nuestras ilustres visitas disfrutaron de un desayuno junto a las autoridades del Colegio e invitados presentes.
Tras ello, se dio inicio a un segundo conversatorio, donde participaron padres, apoderados, profesores y todo el personal del establecimiento, donde el Gran Maestro abordó la importancia de unificar criterios, acciones y tratamiento de ciertos temas a nivel nacional. De ahí, recalcó, la necesidad de difundir los principios de la denomina “carta masónica” para que todos los colegios de inspiración laica estén sintonizados y se comience a dar vida a un megaproyecto institucional que esté en condiciones de proyectarse en el tiempo y dote, a la vez, de unidad a los colegios laicos que existen y trabajan al alero de la masonería. También fue enfático en señalar que esto no significa que se “hará adoctrinamiento masónico”, pues eso iría contra nuestros propios principios y en especial contra la libertad de conciencia. La idea es “crear colegios que entreguen conocimientos, que inspiren y que lleven a nuestros niños y niñas a pensar, crear, imaginar, en definitiva a ser felices y hacer realidad su proyecto de vida individual, pero siempre dentro del marco o acorde a una conducta de ciudadano responsable y fraterno”.
Finalmente hizo un llamado a los presentes, señalando que todos los implicados en esta bella tarea, deben luchar por hacer de este proyecto educativo humanista y laico uno que apunte a “formar buenas personas, dotados de valores universales como los que sustenta la masonería, pero que además tengan la capacidad de convivir pacíficamente con los demás”.
Finalmente, las autoridades del establecimiento, entregaron un presente al Gran Maestro, quien agradecido, se retiro en medio de cálidos y prolongados aplausos.

