La sociedad está viviendo una transformación digital que la ha tomado por sorpresa. Ha sido un cambio profundo y rápido, y los adultos se han esforzado por aprender las claves, para convivir con la idea de que los niños y adolescentes se comunican a través de la tecnología.
La información disponible sobre el uso de las pantallas en niños y adolescentes, por momentos, resulta contradictoria. Algunos referentes en el tema dicen que la tecnología es buena para los niños (aquí se dice que los niños son nativos digitales y no se puede prohibir, dejando algunos padres total libertad en su uso), otros dicen que es mala (la tecnología les genera miedos y existen muchos peligros por lo que la evitan).
Niños menores de 6 años:
- En un contexto de normalidad, en esta etapa del desarrollo la tecnología no les ofrece a niños y niñas oportunidades que no se encuentren en el mundo real.
- A estas edades, que la tecnología ofrezca nuevas oportunidades va a depender del contexto. Si el contexto permite que el niño tenga en la realidad lo que encuentra en la pantalla, es mejor que explore esas oportunidades de la realidad.
Niños de 6 a 12 años:
- En esta franja etaria el uso de internet debe continuar siendo monitoreado por el adulto, ya que los niños pueden acceder a información para la cual todavía no están preparados.
- A medida que van acercándose a la adolescencia se les debe enseñar cómo manejar los contenidos que se comparten, sobre todo cuando empiezan a usar las redes sociales o a jugar online: lo que se publica, los datos privados y personales, la información falsa (previo a ello, es el adulto el responsable de manejar y controlar su uso).
- Se deben enseñar habilidades para que los niños manejen sus vínculos con otros usuarios de internet. Es importante enseñarles la diferencia entre una identidad real y una identidad virtual (que puede tanto ser real como falsa y no confiar en todo).
- Se deben enseñar habilidades a niños y niñas para que puedan manejar los riesgos: Ser muy claros y explicarles que deben pedir ayuda si sienten miedo, algo les incomoda, no les gusta o les resulta extraño.
- Los juegos en red tienen la misma lógica que cuando era más habitual salir a jugar a la calle, es decir, deben tener límites y estar regulados por los adultos. “La lógica aquí es si no sabe cruzar la calle solo/a es lo mismo que usar la tecnología solos sin saber los peligros de internet”.
Adolescentes:
- Tener un vínculo sólido es muy importante. Cuando los adolescentes navegan desconectados de los adultos, corren muchos riesgos. Se debe tener en cuenta que los adolescentes pasan horas en las redes sociales, no porque existan los celulares o porque generen adicción, sino porque necesitan mucho tiempo para vincularse. Hoy la forma de vincularse es por medio de las redes.
- Más que monitorear el tiempo en que usan las redes, hay que monitorear el tiempo que pasa en el mundo real y hasta dónde cumple con lo que es esperable para su edad: estudiar, asistir a clases, hacer deporte, leer, participar de eventos sociales o familiares, compartir la cena, etc.
En definitiva no existe una regla sobre cuánto tiempo un niño puede estar en internet. Es natural que a medida que va creciendo dedique más tiempo a su uso, pero esto no puede impedir que aprenda, se comunique y se divierta sin los dispositivos. Recuerde que lo importante es que los adultos sepamos lo que nuestros hijos/as están viendo hacen en internet.
Fuente: Unicef
Equipo de Convivencia Escolar
