El pasado viernes 29 de junio, se llevó a cabo en nuestro Colegio una tocata en la que participaron 1 dueto y 7 bandas. Ellos fueron el dueto Colegio Concepción integrado por Valentina Yáñez y don Marcelo Grandón y las bandas del Liceo Alemán, Paled, Colegio Concepción, Glissa, Habitación IV, La misma loca y Precipicio.
La experiencia fue sin duda todo un desafío para sus organizadores, particularmente para el profesor de Artes Musicales, señor Felipe Flores, quien al respecto nos manifestó: “Estoy satisfecho con lo realizado pues básicamente cumplimos con los tres grandes objetivos que nos habíamos propuesto, esto es haber logrado reunir ayuda solidaria para la Escuela Ralco, dar a conocer y mostrar el trabajo musical de estas bandas y acercar a la comunidad a este tipo de actividades juveniles».
Algunos de los alumnos participantes de nuestro Colegio fueron Daniel Pacheco, Gerhard Weidlin, Cristóbal Belmar, Ignacio Arenas, Catalina Quijada, Josefa Martín, Esteban Muñoz, Leonardo Sandoval y Valentina Aedo, a los que se sumaron varios ex alumnos como Felipe Guzmán y Cristóbal Betbeder, quienes fraternalmente se sumaron a esta cruzada de solidaridad que tenía como objetivo primordial reunir ayuda en alimentos no perecibles para la Escuela Ralco.
Conscientes que el marco de público no fue el esperado (alrededor de 150 personas) la participación de los asistentes fue realmente notable no solo por el aporte material realizado sino también por el grado de entusiasmo y compromiso con las actividades que desarrollan sus hijos, hijas o amigos.
Al respecto quisimos saber las impresiones de algunos de nuestros alumnos, quienes manifestaron: “Era mi primera experiencia en esto de tocata de bandas y creo que resulto muy divertido e interesante poder compartir con amigos y familia una de las cosas que me hace más feliz: la música” (Gerhard Weidlin). Por su parte Ignacio Arenas, más conocido como el “Nacho Arenas”, expresó “Me sentí feliz pues con la música vibro y creo que el nivel de las bandas que participaron fue bastante bueno. Obviamente hay cosas que mejorar, pero creo en términos generales que lo hicimos bien tocando y ayudando” . Finalmente Cristóbal Belmar señaló que “las dos semanas de ensayos valieron la pena, pues sonamos y cantamos bien. Por lo demás la causa era noble y, por lo tanto, acorde a mis principios, yo debía estar ahí si o si”.
Este evento musical sirvió para demostrar no solo las cualidades artísticas de muchos de nuestros alumnos y alumnas, sino también que éstos son capaces de solidarizar, compartir y trabajar por principios, valores y actitudes tan nobles como la fraternidad, lo que obviamente, nos regocija enormemente.