Fueron dos intensos días en que ambas alianzas y prácticamente todos los estudiantes del establecimiento participaron mostrando talento, creatividad, energía y entusiasmo, en cada una de las pruebas o competencias y que, además, contaron con la particularidad de involucrar a muchas personas y, más importante aún, absolutamente inclusivas.
Lo anterior fue muy notorio en el desfile de disfraces, trajes reciclados y bailes de profesores y estudiantes. Así, por ejemplo, en las primeras dos actividades mencionadas la participación directa bordeó fácilmente los 750 protagonistas. Esto fue una constante que se replicó en casi todas las metas a cumplir por las alianzas, hecho que demuestra que los objetivos de identificación, compromiso y responsabilidad de cumplieron cabalmente.
Pero, como siempre, fue la tarde-noche del día jueves 30 de octubre, donde todo se definió, pues tras reñidas pruebas, se llegó a esta instancia casi sin saber quien se coronaba como vencedor de este aniversario.
En esta jornada denominada “velada final”, la competencia de bandas, cuerpos pintados, bailes hombres y porristas, terminaron por inclinar la balanza por la alianza vaqueros.
Como lo dice el título de esta artículo, este aniversario fue mucho más que cumplir y obtener el primer lugar en las pruebas y competencias establecidas. Fue lograr el encuentro entre los estudiantes, afianzar o fortalecer los lazos de amistad, demostrar que el trabajo en equipo produce grandes y mejores frutos y dar el espacio necesario para la sana recreación, para luego de ello, retomar con más fuerza la tarea de terminar con éxito este año que ya comienza a despedirse.
Deseamos felicitar y agradecer muy especialmente a los integrantes del Centro de Estudiantes y Profesores Asesores, que hicieron un magnífico trabajo, que estamos ciertos, que les demandó mucho tiempo, dedicación y amor hacia la institución de la que forman parte.
Felicitaciones.