Felipe Aviles
Profesor de Inglés
Según un estudio realizado por el departamento de Educación de la Universidad de ‘’Commonwealth Virginia’’ E.E.U.U en 2010 revela algo que ya sabemos, establecer lazos fuertes entre las familias y la escuela tiene gran impacto en la calidad del aprendizaje de los estudiantes. De acuerdo con esta idea, ¿cómo podría la escuela mejorar las relaciones entre ella y las familias? Y ¿cómo podrían las familias tener un rol más activo en la educación de sus hijos?
El primer paso es organizar eventos recreativos y educativos con el fin de traer a los padres dentro de la escuela. La buena noticia es que en nuestro colegio se organizan muchos de estos tipos de eventos, donde los papás tienen la posibilidad de conocer la comunidad educativa y dependencias del establecimiento. Obras de teatro, actos, eventos recreativos, etc. El desafío, es entonces, desarrollar programas donde se relacionen padres entre sí, como tutorías, reuniones de solo padres donde se discutan temas particulares referentes a la crianza de sus hijos. Podríamos sumar también, programas de orientación para padres que soliciten ayuda para enfrentar temas relacionados con la educación de sus hijos, etc. Estamos ciertos que no hay un “manual para ser un buen padre”, sin embargo, compartir inquietudes y experiencias con otros puede ayudar a ver conocer nuevos y más eficaces acciones o puntos de vista.
El segundo paso, según el estudio citado, es la integración. Integrar a los padres a las clases de sus hijos, organizar simples actividades coordinadas entre los profesores y los padres, son algunos de los pasos que se pueden dar en este sentido. Estas pueden ser, por ejemplo, cuenta cuentos, actividades de monitoreo donde los padres se involucren en el control y la disciplina de sus hijos y los de otros, etc. La idea de estas acciones no es la de cuestionar el trabajo del profesor, sino más bien que los padres se logren empapar y hacer suyas las reglas y normas que sus hijos deben seguir en el establecimiento, y reforzarlas día a día dentro del ámbito familiar.
Un tercer punto es la “Comunicación”. Es importante mantener buenos y variados canales de comunicación con los padres. Fuera de las típicas reuniones e informes semestrales, los papás pueden tener mayor contacto con profesores y directivos a través de charlas más informales o coloquiales como compartir un café, participar como oyentes en clases de orientación o bien presentar algún tema o propuesta previamente tratados por ellos. Es importante mencionar que no solo es responsabilidad de la escuela abrir los canales de comunicación, sino que también la de los padres estar presentes y ocupar los canales existentes.
Muchas de las problemáticas actuales que presentan las familias tienen relación sobre el cómo poder ayudar a sus hijos en casa con sus estudios. Respecto a este punto muchos sostienen que lo anterior se dificulta pues no siempre tienen el dominio de los contenidos tratados, pero este problema se puede resolver como ya habíamos dicho, con mayor participación. Participar en reuniones de tutorías con directivos, psicólogos, docentes y padres especializados en algún área es parte de la solución. Además, es buena idea para los profesores poder compartir con los padres las planificaciones o programas de estudios, con el fin que éstos refuercen en el hogar lo tratado en la sala de clase.
Sin duda la relación entre familia y escuela es algo complejo y que debe trabajarse y mejorar. Todo esto va en directa contribución a mejorar los aprendizajes de nuestros hijos y la de desarrollar un sentido de pertenencia con la institución educativa por parte de la familia en general. No hay que olvidar que el trabajo colaborativo entre ambas debe ser 50-50, una no puede hacerlo sin la otra. Además, el rol del apoderado no puede ser la delegar toda responsabilidad de la educación de sus hijos a la escuela. También debe involucrarse y tener una activa participación, estar dispuesto a recibir ayuda y a recibir críticas en forma constructiva, todo ello dentro de un marco de respeto mutuo, informado y sobre todo apuntando a lograr el bien y perfeccionamiento de toda la comunidad educativa.
